La autopsia, cuyo resultado ya está en poder del fiscal Alejandro Pellegrinelli, reveló que el cadáver de Héctor Vila (78) presentaba un golpe en la cabeza y 60 heridas cortantes. Los investigadores apuntan al círculo íntimo y descreen de que haya sido un caso de robo.
A medida que pasan las horas, los investigadores se convencen más de que el crimen del jubilado Héctor Vila (78) se produjo el domingo a la tarde noche en el marco de una pelea con alguien de su círculo íntimo a raíz de las características del ataque.
Es que, según reveló la autopsia, el cadáver de la víctima presentaba un fuerte golpe en la cabeza -posiblemente producido por un mazazo- y 60 heridas cortantes. El resultado de la operación forense ya está en poder del fiscal Alejandro Pellegrinelli, quien recibió el expediente de manera formal de parte de su par, Romina Díaz, este martes a la mañana.
Hasta entonces había instruido en la causa la titular de la Fiscalía Nº 6, pero, al comprobarse también después de realizada la autopsia, que el crimen fue cometido el domingo y no en horas de la madrugada como se sospechaba en un comienzo, la investigación pasó a la órbita de Pellegrinelli.
De acuerdo a los datos que pudo obtener LA CAPITAL tras consultar diversas fuentes, los pesquisas apuntan al círculo íntimo de Vila y casi que dan por descartado que el hecho se haya producido en un contexto de robo. Vila cobraba una jubilación baja de Anses y vivía del alquiler de departamentos pequeños que había construido él mismo -era albañil- en las inmediaciones de su propia casa.
Además, el informe de autopsia que determinó la cantidad de lesiones cortantes y el mazazo hace sospechar a los investigadores que el homicidio se registró en el marco de una confrontación entre conocidos y que el asesino perdió absolutamente el control de sus actos, debido a la saña advertida en la cantidad de las acciones de ataque.
No obstante, ahondar en el círculo íntimo de Vila resulta por ahora complejo en la investigación, ya que se supo que el hombre tenía relación con algunos de sus vecinos, más no con nadie de su familia. De hecho, se presentó ante la Justicia en las últimas horas la hija de la víctima, quien contó que había perdido el vínculo con su padre hace una década.
Vale recordar que el caso se descubrió este lunes a la mañana, cuando una vecina de Vila que solía visitarlo en su vivienda del barrio Félix U. Camet se sorprendió de no tener noticias suyas en los últimos días y decidió ingresar a la misma.
Allí en el interior del inmueble de Cerro Hermoso 6943, donde el hombre vivía solo, la mujer lo encontró muerto. Alrededor suyo había manchas de sangre, por lo que desde el comienzo se sospechó de que se había tratado de una muerte violenta.
Más tarde, arribó al lugar personal policial de la comisaría decimoquinta -con jurisdicción en la zona- que confirmó el homicidio y notificó a la fiscal en turno, Romina Díaz. Posteriormente, los demás habitantes de la zona contaron que habían visto a Vila el domingo al mediodía, por lo que se estableció que el asesinato se había producido entre la tarde del domingo y la madrugada siguiente.
Personal de Policía Científica que trabajó en el lugar, al retirar el cuerpo, notó la contusión y se sospechó, desde un comienzo, que la agresión se había producido con un objeto romo que podría ser un martillo. Tras realizar la autopsia al cadáver de Vila, los médicos forenses confirmaron que presentaba un fuerte golpe en la cabeza, heridas cortantes y que el horario de muerte habría sido el del domingo a la tarde-noche.
Al costado de su cama, en tanto, había manchas de sangre que hacían sospechar, a simple vista, que se trataba de una muerte violenta. La causa pasó entonces a la órbita de Pellegrinelli, de turno el domingo a la tarde, y quedó caratulada “Homicidio”.